lunes, 11 de abril de 2016

Mi primer viaje a Roma - Día de llegada

Y al fin llegamos a Roma, ese viaje tan esperado y que me daba tanto miedito...miedo porque cómo os dije, esta vez era un viaje sin papá, y aunque ya tenemos experiencias en vuelos las dos solas, esta vez era diferente, porque no íbamos a casa de los abuelos :)

En esta entrada os contaré lo que hicimos la primera tarde en Roma


En el tren, Anita se portó muy bien, estuvimos jugando y comiendo galletas, piquitos y pan con Nutella, así que el viaje se hizo más corto de lo que pensaba
Cuando llegamos a la estación ferroviaria de Termini, nos encontramos con mi prima y lo primero que hicimos fue ir a comer pizza
En Termini hay una pequeña zona comercial con algún que otro restaurante, sobretodo de comida rápida a un precio muy asequible: Pizzas "al trancio" (o sea, un trozo grande y no una pizza entera), bocatas y hamburguesas.

Una vez lleno el buche, emprendimos el camino al apartamento que habíamos alquilado en la zona del Vaticano a muy buen precio.
Para llegar teníamos varias opciones: Coger el bus 70, o el metro A (rojo) desde Termini hasta Ottaviano... y como no, me tenía que pasar a mí, cogimos el bus 40 (Vaticano Express), que nos dejó a 2 km del apartamento...os podéis imaginar cómo llegamos entre 3 maletas y la silla de paseo de Anita!! jajajaja
Eso sí, vimos la Plaza de San Pedro antes de llegar al destino :P

Cuando llegamos al apartamento, el tiempo de cambiarnos y volver a salir, esta vez sí para ver la Plaza y la Basílica de San Pedro, eran las 5 de la tarde y aún quedaban un par de horitas para el cierre, así que podíamos visitarlas tranquilamente

Para entrar en la Basílica de San Pedro hay que pasar un pequeño control, y luego hay que dejar el cochecito en una habitación, dónde te dan una ficha con el número correspondiente para volver a recogerlo, así que hay que tenerlo en cuenta porque al ser una Basílica muy grande, hace falta mínimo una hora para verla bien, y con los peques puede llegar a ser pesado.
En mi caso no me llevé el portabebé y dejé a Anita andar. No lo vi todo pero como ya había estado hace 4 años no me importaba (dejé a mi prima verla tranquilamente y Anita se hizo amiga de dos niños alemanes jeje)


En la Basílica de San Pedro hay muchas obras para ver, pero los puntos que destaco son:

- La Piedad de Miguel Ángel, la encontráis a la derecha de la Basílica
- La tumba de Juan Pablo II, al lado de la Piedad, hace 4 años no estaba aún ahí, sino que estaba en los subterráneos.
- La línea de las Iglesias más grandes del mundo, entre las que se encuentran el Duomo de Milán y la Catedral de Sevilla
- Los techos y el suelo, no os olvidéis de mirar siempre para arriba y abajo, hay un mundo de sorpresas
- El altar mayor y la cúpula

Cuando salimos de la Basílica, observamos desde la terraza la plaza de San Pedro, sus columnas y el obelisco central os dejaran sin palabras!



Como eran las 6 y media cuando terminamos la visita al Vaticano, nos fuimos andando a ver la Fontana di Trevi, y llegamos justo unos minutos antes del encendido nocturno.
La Fontana di Trevi siempre está acompañada de cientos de personas que se sientan en los escalones a admirarla, y lo que más me sorprende de la Plaza donde está situada, es que cuando llegas andando hasta allí, no esperas encontrartela allí y el corazón da un saltito y los ojos se abren maravillados!!


La única cosa "negativa" es que hay muchos vendedores de palos de selfie etc, además de la cantidad de gente, por lo que los niños tienen que estar bien controlados, aquí Anita estuvo en su silla de paseo merendando tranquilamente. Me sorprendió lo bien que se portó durante todo el viaje!!

Aquí termina la historia del primer día en Roma, pero antes me gustaría daros unos consejos para viajar a Roma con bebés:

- En Roma hace mucho sol y calor la mayor parte del año, por lo que os aconsejo que llevéis gorritos y un cargamento de agua. Si se os acaba, en la mayoría de los sitios os venden botellines a 1€. Lo que hicimos nosotras fue comprar un pack de 6 botellines y llevábamos dos por día, si se acababa comprábamos más.

- El sol de Roma implica también vestir cómodos y por capas. Igual que hace calor, se entra en una calle en la que hace fresquete y hay que taparse un poquito!

- Si vais a un apartamento, no compréis pan ni alimentos frescos cerca de los monumentos, os podéis encontrar que el pan está tieso y los alimentos frescos, no tan frescos, además de los precios, más altos que si compráis en cualquier Carrefour Express o supermercado de barrio. Más vale perder media horita en comprar en un super bueno que comer mal, ¿no? :)

- Si tenéis pensado usar algún medio de transporte, os aconsejo el autobús por dos motivos:
1) No hay que bajar y subir escaleras
2) Se ven muchos monumentos!!! En el metro no se ve nada, bueno sí, gente jaja

- En cuanto a los billetes de transporte: podéis comprarlos en cualquier estación de metro o estanco al precio de 1,50€. Los niños viajan gratis hasta los 10 años cumplidos en todos los metros y autobuses de Roma Capital.


Y bueno ahora sí, esto es todo por hoy!

Saludos,
Cristina =)


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